sábado. 20.04.2024
Música y baile durante más de 40 años en lo que fue el corazón de la fiesta

La juventud Super

Es bien sabido que la música lo puede todo y fue esa pasión por ella la que hizo que el empresario y DJ Jesús López Menárguez, su hermano Paco y su cuñada Lola Caride decidieran lanzarse a la aventura y abrir en 1972 la Discoteca Chuy’s en la Plaza de la Constitución, conocida popularmente como Jardín de las Palomas, en Alcantarilla. Tres años más tarde, nació la Super Chuy’s en la Avenida de Murcia y en 1986 se inauguró la discoteca New Chuy’s en el centro del pueblo. La más fastuosa y longeva fue la Super Chuy’s sin lugar a dudas y en ella comenzamos con este impredecible viaje a través de la ciudad sumergida de Murcia.

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Foto de la Discoteca Super Chuy's

La discoteca Super Chuy’s de Alcantarilla fue durante años el lugar de encuentro de numerosos jóvenes que deseaban conocerse, divertirse y descubrirse. Aunque ahora parezca extraño, antes había que tener determinación para ir de fiesta. La mayoría de jóvenes no poseían coches ni medios para desplazarse y debían recorrer largas distancias si querían ir a la discoteca. “A las seis salía de mi casa y hacía todo el camino con tacones para llegar a las seis y media, que era cuando abría la discoteca”, cuenta María Fe Ballester, originaria de Sangonera la Seca y que recorría andando todo el pueblo de Alcantarilla para llegar a la Super, que se encontraba en la otra punta. Los jóvenes de las pedanías y pueblos de alrededor tenían esa discoteca como punto de referencia. Otros tenían más suerte y contaban con un vehículo propio con el que desplazarse. “Yo me llevaba la furgoneta de mi familia y a la salida de la discoteca por el camino que conduce a Javalí me iba encontrando a la gente andando que volvía casa. Yo me paraba y los recogía pero los pobres tenían que ir de pie metidos en el congelador de atrás porque delante no cogían”, relata Conchi Del Cerro, vecina de Javalí Nuevo.

Entrevista a Conchi Del Cerro y María Belchí sobre su juventud Super

Como en la Super se reunían tantos jóvenes no era de extrañar que fuera el lugar escogido para encontrar pareja. Las chicas entraban gratis los sábados... y detrás de ellas todos los muchachos con las hormonas revueltas. Una de entre tantas historias fue la de Mari Fe, que conoció a su actual esposo durante una salida de aquellas. Por fin, su padre le había comprado un coche y camino de la discoteca, parada en un semáforo, "un 127 cargado con 8 tíos apretados" le pitó a su lado. Ella siguió su rumbo, pero se asustó al ver que el otro coche la seguía. Claro, ambos iban de fiesta a la Super. En el párking, un joven de ese grupo de nombre Agustín se acercó a saludarla. Desde entonces, durante dos meses se encontraron todos los sábados y domingos en la discoteca. Ella tardaba en darle el ansiado sí, hasta que un día, celosa por si una amiga se lo quitaba, acabó aceptando que le gustaba. “Yo me senté en medio de los tres taburetes, a la izquierda estaba mi amiga y dejé el derecho vacío para ver si él se sentaba. Pensé: si se sienta a mi lado ya no se me escapa”, cuenta Mari Fe. Han pasado 25 años y siguen juntos. 

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Entrada de la Super Chuy's en la Nochevieja de 2004

Para la juventud murciana de aquella época la mayor diversión que había era ir allí para bailar hasta que cerraban las puertas a las once de la noche. “Yo iba a la discoteca porque quería oír la música que ponían”, reconoce María Belchí, de Alcantarilla, que solía cantar a Alaska a voz en grito cada vez que sonaba en la pista central. “El momentazo para mí era cuando ponían “Bette Davis Eyes”, de Kim Carnes, recuerda Mar Fe, mientras chapurrea la letra.

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Interior de la Super Chuy's, Pista Central 

Pero como todo negocio, los verdaderos entresijos de lo que realmente sucedía en la Super lo conocían sus trabajadores. “A las cinco y media empezábamos a prepararlo todo y a las seis y media ya teníamos a más de 300 personas en la puerta”, reconoce José Alfonso López, antiguo camarero de la discoteca. Su jornada era larga pues desde que empezaba a trabajar no había parones hasta las 4.30 de la mañana. “A las 11 cerrábamos pero a las 12 volvíamos a abrir para la sesión golfa. Mucha gente esperaba durante esa hora en el párking para volver a entrar”, admite José Alfonso, a la vez que advierte que había que llevar mucho cuidado durante esas horas. “Siempre había pelea en la pista de las canciones lentas y los camareros teníamos que disolverlas. Un día me llevé un puñetazo y, desde entonces, cada vez que había una pelea en una de las pistas, yo me cambiaba a otra”. A decir verdad variedad para elegir pistas no faltaba. Estaba la pista central, donde sonaba música internacional, luego la zona del sótano, con sonido envolvente, y, finalmente, la pista de zona tropical, donde la reinaba la música latina. 

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Interior de la Super CHhuy's, zona tropical

De igual forma, la Super Chuy’s albergó un sinfín de eventos. “Los viernes se reservaba para fiestas privadas como peñas de amigos o institutos y los sábados eran los conciertos”, recuerda José Alfonso. Por su escenario pasaron una infinidad de artistas de renombre de la época como Los Pecos, Hombres GRocío Jurado, Alejandro Sanz, Lola Flores, Pino Danyo, el grupo Aventura con su vocalista Romeo Santos y humoristas como Pepe da Rosa y Cruz y Raya, entre otros muchos. “Yo fui a ver a José Luís Perales", reconoce Mari Fe. Otros no tuvieron tanta suerte y se perdieron a algunos de sus ídolos. “Yo me maté con mi madre pero no me dejo ir a ver Mecano”, afirma María. De hecho fue tal la asistencia a ese concierto que el grupo decidió tocar durante la siguiente sesión porque quedaba infinidad de gente en la puerta de la discoteca que aún no había podido entrar para escucharlos.

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Grupo de jóvenes en el interior de la Super Chuy's en carnaval

Mix de música de los 80 que sonaba en la Super Chuy's

Pasados esos dorados años 80 en los que en la puerta de la Super se vaciaban autobuses llenos de personas, llegaron sus últimas décadas. La discoteca se transformó de la mano del famoso escultor paisajístico argentino Ernesto Gerrard y los decoradores Rafael Salanova y Manolo Marzo, que crearon la famosa “pista del agua” o “parque jurásico”, con cascadas de agua, un rincón veneciano, pubs ingleses, una pizzería italiana, una bancada tipo Gaudí y un techo retráctil que se abría en su totalidad y dejaba al descubierto las estrellas. “Me encantaba la pantalla gigante donde se veían los videoclips, era como estar en el cine”, comenta María.

Tiempo después, cuando los jóvenes empezaron a preferir ir a bailar a Murcia, la discoteca aún se seguía utilizando como parte de la vida social de Alcantarilla, como escenario de proclamaciones de las Reinas organizados por la Federación de Peñas Festeras y Culturales de Alcantarilla, fiestas de fin de curso de academias, colegios e institutos o fiestas como la presentación de Cadena Dial en la Región de Murcia. “Mis amigas y yo, preparábamos un baile todos los años y lo representábamos en el escenario”, recuerda Patricia Riquelme, una joven de 24 años, perteneciente a una de las últimas generaciones que conoció la discoteca durante las fiestas de fin de curso de su instituto.

Finalmente, la Super Chuy’s tuvo su fin y tras permanecer varios años cerrada fue derribada en el 2016. Su lugar lo ocupa hoy Mercadona. Sin embargo, nadie puede negar la relevancia y el lugar que ocupó en la vida de muchos murcianos. Como recuerdo y homenaje, el rotulo luminoso, emblemático y original de la discoteca se erige en la entrada de Alcantarilla, a escasos metros de donde siempre fue su sitio.

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Sitio donde estaba la Super Chuy's y ahora existe un Mercadona

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Rotulo original de la Super Chuy's en la rotonda de entrada a Alcantarilla