El circo comenzó como una demostración de artes propias en núcleos urbanos, hasta convertirse en un evento del que requería la construcción de edificios íntegramente de madera, tal y como se hacía con los teatrillos antiguos, pero los espectáculos fueron alejándose de las grandes ciudades, fueron viajando y mostrando al resto del mundo las destrezas que poseen, así que los artistas se vieron obligados a adoptar medidas para poder trasladarse con rapidez, para así poder llegar antes a todo ese nuevo público que les esperaba, de esta manera en torno a 1825 surgieron las primeras grandes carpas. Joshuah Purdy Brown empezó a utilizar estructuras desmontables que permiten montar y desmontar rápidamente las estructuras del circo (y soportar grandes pesos) en un período no superior a 10 años, casi todos los circos conocidos adoptaron estas estructuras para poder ser espectáculos itinerantes.
Tras este cambio físico, comenzó la evolución interna, a finales del siglo XVIII, todos los circos eran creados alrededor de los principales artistas que protagonizan los números más exitosos, comenzado el siglo XIX-XX los animales exóticos se convirtieron en el punto principal del show, la gente acudía a ver la ferocidad de los leones, los trucos de los elefantes, las poses de los caballos y la astucia del domador para someter a estos animales. En pleno siglo XXI esto ha cambiado notablemente, los animales se han convertido en cosa del pasado, quedan pocas personas que acudan a presenciar un espectáculo tristón protagonizado por animales cansados, mustios por la vida en el remolque y por los latigazos, sobran las butacas y faltan aplausos en el circo de animales, sin embargo, otros circos que recrean las funciones antiguas van tomando cada vez más terreno, hasta el punto de crear largas listas de espera para poder disfrutar de estos espectáculos como en el Circo del Sol o el Circo Imperial Chino
Un elefante haciendo un truco - valenciaplaza.com
