martes. 23.04.2024

Volcán Cumbre Vieja

El pasado 19 de septiembre de 2021 cambió la vida de los habitantes de la Palma, isla perteneciente a las Islas Canarias. El volcán Cumbre Vieja, ubicado en la zona de Cabeza de Vaca, en la localidad de El Paraíso, en el municipio de El Paso, entró en erupción, causando el pánico entre los habitantes de la isla de la Palma.

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Se trata de la primera erupción en la isla desde la del Teneguía de octubre de 1971 que también fue la última erupción terrestre en España y la primera producida en las Islas Canarias desde la submarina de El Hierro de 2011.

Antes de la erupción del volcán, tuvieron lugar diferentes signos que avisaron a los vulcanólogos, que el volcán iba a despertar.

Entre el 7 de octubre de 2017 y el 25 de junio de 2021 se registraron en la parte sur de La Palma hasta un total de ocho series sísmicas, conocidas como enjambres sísmicos.

Un estudio científico publicado a principios de 2021,que tuvo en cuenta los enjambres habidos hasta entonces y que utilizó, entre otras, una técnica novedosa para interpretar las observaciones obtenidas durante años por radares situados en distintos satélites, puso de manifiesto determinadas anomalías en el valle de Aridane que sugeriría una posible «reactivación» de su subsuelo a partir de 2009 o 2010, aunque el mismo estudio reconoció que está aceptado que en un 80 %, aproximadamente, de situaciones con este tipo de anomalías no se dieron erupciones volcánicas posteriores.

El 11 de septiembre comenzó una serie de seísmos concentrados en la zona suroeste de la isla de La Palma que los científicos vincularon con la posibilidad de que existiera magma empujando bajo la superficie, lo que podría terminar provocando una erupción.

Este enjambre sísmico se fue localizando cada vez más cerca de la superficie: los terremotos pasaron de producirse a 20 kilómetros de profundidad a registrarse a apenas unos 100 metros. Este comportamiento del fenómeno hacía creer que se trataba de magma que generaba rupturas en su camino al exterior.

El lunes 13 se alcanzaron los 1500 movimientos sísmicos en la zona del parque natural de Cumbre Vieja, en los municipios de Fuencaliente, Mazo y El Paso, lo que llevó a activar la alerta de color amarillo nivel de alerta 2 en una escala de 4 en el Plan Especial de Protección Civil y Atención a Emergencias por Riesgo Volcánico Pevolca, por parte del Gobierno de Canarias.

Durante el domingo 19 de septiembre se registraron 327 terremotos, destacando el sismo de 3.8 ocurrido a las 11:16 hora local ampliamente sentido en la isla y con profundidad de 2 km. Poco después, se produjo uno de 3.1. Desde el inicio de la actividad sísmica, se constató que la deformación de la isla debida a la presión que el magma ejerce sobre la corteza terrestre había hecho elevar la zona de la posible erupción hasta el entorno de los 15 centímetros.

Se decidió por parte del Cabildo de La Palma comenzar la evacuación de al menos 40 personas con movilidad reducida y parte del ganado presente en la zona. Tras la erupción del volcán el Cabildo ha ido evacuando a las personas que estaban en peligro por la lava que emana el volcán.

El Cabildo de la Palma pudo actuar y evacuar a los primeras personas gracias a la ayuda de la comunidad científica que contaba allí con distintas estaciones instaladas desde hace años de organismos como el IGN, el Instituto Geológico y Minero (IGME), las universidades canarias y el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan). Todos esos medios permitían localizar perfectamente el fenómeno: tanto el enjambre sísmico como la deformación del terreno se concentraban en ese punto.

En los últimos días se había desplegado un equipo con más científicos, instrumental y otros dispositivos. La deformación del terreno se calculó gracias a las estaciones fijas, pero también gracias a las observaciones que aportaba el programa Copernicus de satélites de observación de la Unión Europea.

Se había desplazado un avión solicitado por el Gobierno de Canarias al Ministerio para la Transición Ecológica para la monitorización y el seguimiento de la actividad volcánica. El IGME había desplegado drones y también desde el cielo el Involcan estudiaba la zona de los temblores desde un helicóptero.

El semáforo ha cambiado del amarillo al rojo, el nivel de mayor riesgo que corresponde ya con la alerta máxima, y que implicaría, en teoría, un peligro inminente para la población, siempre que no se sigan las medidas preventivas y nadie se acerque al volcán. El semáforo volcánico es un sistema de alerta que consta de cuatro niveles, indicados con cuatro colores (verde, amarillo, naranja y rojo).

Las localidades más afectadas son Los Llanos de Aridane, Fuencaliente, El Paso y Mazo. Por suerte no hay víctimas humanas, el volcán solo ha afectado a edificaciones, y cultivos.

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