viernes. 19.04.2024

Los animales abandonados son normalmente llevados a dos lugares, las protectoras o las perreras. Puesto que en principio las funciones que desempeñan son parecidas, ya que ambas se encargan de proteger y cuidar a los animales, dándole la asistencia médica necesaria y un lugar del que respaldarse de la calle, la gente tiende a confundirlas. Asimismo, la realidad es que la finalidad es los dos lugares es muy distinta.

Una perrera acoge a un animal un corto periodo de tiempo, normalmente durante 21 días, en el que se preocupa del bienestar de la mascota. Si en ese plazo de tiempo no consiguen encontrar una casa adoptiva, el perro tendrá que ser sacrificado. Los albergues caninos están gestionados por el Ayuntamiento de la ciudad, ya que la ley les obliga a tener un lugar de recogida de animales que se encuentran en estado de abandono. Por lo tanto, las perreras actúan como empresas que buscan recoger nuevos animales para generar nuevos ingresos.

Otra cualidad que destaca es que en las perreras no se tienen exigencias ni un gran control de las personas que deciden hacerse con el animal y, por lo tanto, tampoco un seguimiento de si el animal se ha conseguido adaptar bien con la familia.

En cambio, una protectora de animales mantiene al animal en el refugio sin límite de tiempo, dándoles los cuidados, las vacunas y sometiéndolos a la esterilización para controlar las camadas indeseadas. También se intentan poner en contacto con los dueños del perro o buscar persona que estén interesadas en adoptar. Estas asociaciones son sin ánimo de lucro, por lo que no obtienen beneficios y el dinero obtenido es para mantener sus propias actividades. Intentan ganar dinero a través de donaciones, socios o actividades propias para mantener las instalaciones y cubrir las necesidades básicas de los animales.

En la mayoría de los casos, estas asociaciones sufren tres problemas; falta de presupuesto, pues los gastos veterinarios son muy caros y el dinero obtenido no es suficiente para mantener a todos los animales, por lo que el segundo punto seria falta de espacio, ya que cada vez se recogen más animales y sí el animal no encuentra casa, permanecer en la protectora toda su vida. Los dos últimos problemas hacen referencia a la falta de voluntarios que quieran colaborar con la causa y a la falta de sensibilización por parte de la población. Por este motivo, cada vez se hacen más charlas en el colegio sobre el problema del abandono animal.

Por otro lado, en las protectoras el animal siempre se entregará a los nuevos dueños ya esterilizado o con compromiso de que su próximo dueño lo vaya a hacer. Una vez que el perro sea adoptado, se hará un seguimiento del animal.

Realicemos estas tres preguntas a 64 personas de la Región de Murcia para conocer la información que tienen los ciudadanos sobre las instalaciones de recogida de animales y estos son los resultados.

¿Conoces la labor de las protectoras?

 

¿Confías en la labor de las protectoras?

 

¿Conoces la diferencia que existe entre una perrera y una protectora de animales?

Como conclusión, existe una gran desinformación sobre la misión de estos refugios, aunque la mayoría de la encuestados si confían en la función de las protectoras como labor social.