jueves. 25.04.2024

Inclusión social y laboral de personas discapacitadas

Actualmente, la inclusión social de personas con discapacidad es uno de los desafíos más importantes a los que se enfrenta la sociedad española. A pesar de que cada vez haya más personas con discapacidad que disponen de empleo, la igualdad no será posible hasta que el porcentaje de personas con discapacidad se iguale al del resto de la población que dispone de un puesto de trabajo.

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Inclusión social/ Fuente: geralt (Pixabay)

Según datos del INE, el 64,8% de las personas con una discapacidad se encuentran sin trabajo y, además, no lo buscan. Si sumamos este porcentaje al del resto de la población sin empleo, este baja hasta un 22%.

Además, si observamos los datos publicados por el INE sobre la evolución de la situación laboral de las personas discapacitadas, se aprecia que, desde el año 2014 hasta el 2017, la actividad ha bajado pese que al empleo has subido y el paro ha bajado.

 

 

Según la Fundación ADECCO, para alcanzar una participación total de personas con discapacidad en el ámbito laboral, la proporción de contratos de las personas con discapacidad con empleo sea equivalente a la del resto de la sociedad.

Asimismo, para lograr la plena inclusión de discapacitados en el mundo laboral, la Fundación ADECCO expone 5 objetivos a cumplir:

1.    Todos los entornos sociales, productos, servicios y/o dispositivos sociales deben cumplir con una accesibilidad universal que adapte todos estos a aquellas personas que lo necesiten para garantizar la igualdad de condiciones y la comodidad de poder trabajar de manera autónoma e independiente.

2.     La educación social consiste en buscar la igualdad para todos los estudiantes haciendo el posible el derecho que tienen todas las personas de compartir un entorno educativo en el que a todos se les valore por igual.

3.     Además, para conseguir una igualdad en el trabajo, es necesario cumplir con objetivos de desarrollo sostenible como erradicar la pobreza en el país y ofrecer una educación de calidad siempre adaptando estos conceptos a las personas con discapacidad.

4.   Las políticas de empleo sirven como herramienta para prevenir el paro y para que el funcionamiento laboral sea más eficaz. Es muy importante utilizar todos los recursos del sistema para lograr un ámbito laboral más competente. Las políticas de Bienestar Social sirven para complementar las políticas de empleo y, de esta manera, lograr una igualdad real. 

5.     La sensibilidad y el compromiso social de las empresa, la inclusión laboral de las personas con discapacidad no sería posible. Esto quiere decir que, para que la inclusión exista, es necesario que se produzca en las empresas un cambio cultural en el que hay criterios de diversidad e inclusión social.

 

Discapacidad en el entorno laboral.

Las situación de las personas con discapacidad en el entorno laboral no es siempre la misma, puesto que existen varios tipos de discapacidad:

  • Discapacidad física. Esta consiste en la limitación motora de una persona y puede estar producida problemas en la espina bífida, por distonía muscular, albinismo o acondroplasia.
  • Discapacidad mental. Trastorno debido a un desarrollo mental incompleto. Puede deberse a intoxicaciones, infecciones, traumatismos, tumores e influencias prenatales.
  • Discapacidad sensorial. Se trata de una limitación por una alteración en los órganos sensoriales. Se debe principalmente a herencias genéticas, traumatismos, infecciones y tumores.
  • Discapacidad cognitiva. Son aquellas condiciones que limitan a una persona a la hora de adaptarse y desarrollarse socialmente. Se debe a factores biológicos tales como alteraciones en los cromosomas. 

 

Asimismo, existen otros problemas para que las personas discapacitadas puedan encontrar un empleo. El primero es que muchos de ellos no tienen la formación necesaria puesto que las aulas de sus centro educativos no estaban correctamente adaptadas para, de este modo, permitir la inclusión y la igualdad educativa. Además, que el mundo laboral cambie tanto también afecta a la adaptación de estas personas a su puesto de trabajo.

Existen diversas herramientas que ayudan a las personas con discapacidad en su puesto de trabajo como el CIDAT METRO de la ONCE, el CERMI Denuncia Discriminación o el DiLO, que es un dispositivo de locución.    

 

Salidas profesionales para personas discapacitadas

Que una persona tenga una discapacidad no significa que no tenga sus potenciales, sus capacidades, sus deseos y anhelos, es decir, no quiere decir que no tenga una vocación. 

Un puesto de trabajo para una persona con discapacidad conlleva conseguir una autonomía y una independencia adulta.

Los Centros Especiales de Empleo son empresas que cuentan con un 70% de su plantilla con alguna discapacidad, por lo que adapta el puesto y las tareas a desempeñar. También es posible la inclusión en empresas ordinarias gracias a organizaciones que logran el ajuste entre las exigencias del puesto de trabajo y las necesidades del empleado.

Desde aquí pueden encontrar un empleo trabajando en ordenanzas, operario de limpieza, reponedor, jardiner@, gestor de cobros, administrativo, teleoperador, telemarketing, manipulador de alimentos, preparados de pedidos o grabador de datos.

Según la ley de Integración Social del Minusválido 13/1982, actualmente, las empresas públicas y privadas con una plantilla superior a 50 trabajadores están obligadas a contratar a personas con alguna discapacidad, las cuales deben conformar, como mínimo, el 2% del total de la plantilla.

Inclusión social y laboral de personas discapacitadas