sábado. 20.04.2024
Discos Comix & Discos Tráfico // Vinilos y CDs

Vinilos: un réquiem prematuro

En los últimos tiempos la industria de la música y su distribución han variado drásticamente. Mientras que, durante la década de los 90, si alguien quería comprar un álbum tenía que personarse en una tienda abarrotada de vinilos y CDs, desde hace unos años y debido a plataformas en línea como “Spotify” o "iTunes" este tipo de negocio ha quedado relegado a un segundo plano. "Discos Comix" y "Discos Tráfico" son las últimas tiendas físicas donde comprar un disco en Murcia. Sus dueños relatan cómo están viviendo este fenómeno.

Florencio Cervantes fundador de

Cuando, en 1998 Paco Ayala decidió montar "Discos Comix" en Murcia, la industria musical en formato físico estaba en su máximo esplendor. La gente se arremolinaba en las distintas tiendas de discos de toda España a la salida de un nuevo álbum. El CD, de reciente aparición, llenaba de música los espacios habituales de la población; coches, bares, hogares... Hoy, tan solo 20 años más tarde, el paradigma musical ha cambiado drásticamente: de las 12 tiendas como la de Ayala que había en Murcia, solo siguen abiertas dos.

Fue por 2005, recuerda el dependiente, en el momento en el que gracias a internet la gente empezó a dejar de valorar al vinilo y al CD. Con las descargas hubo un deterioro importante de la industria; los artistas dejaron de vender discos y se pasaron al formato digital. Sin embargo, en Discos Comix piensan que ni se puede, ni se debe luchar contra internet, del cual opinan que “bien utilizado es una herramienta estupenda para descubrir grupos, géneros…” Por lo que decidieron buscar otra solución al problema; cuando las ventas bajaron, ampliaron su catálogo de productos. El llamado “merchandising”, junto con un buen conocimiento del mercado y su evolución, ayudó a que la tienda no cerrase. Ayala sentencia; “Hoy en día está de moda la música coreana, el “k-pop”. Nosotros traemos lo que el cliente quiere, es adaptarse o morir”.

Interior de "Discos Comix";. / Imagen: Raquel Marín

Sin embargo el problema aún va más allá. Según el dependiente, la música hace tiempo que se olvidó. El 21% de IVA que se paga por disco no ayuda, el Gobierno se tapa los ojos frente a las demandas culturales y la industria del POP bombardea el mundo con canciones que solo aspiran a ser mediocres.

¿Solución? Según Ayala la educación. Para él, las generaciones del 2000 en adelante se han podido perder “la banda sonora de su vida” porque no se le da importancia a la música ni en los colegios ni en los institutos, aunque según él; “No se trata de meter a la fuerza las cosas, sino de fomentar el interés en la cultura”.

Está claro que el negocio de la venta de música a pié de calle no está pasando por su mejor momento. Con ese ambiente depresivo, que emula a las mejores canciones de Nirvana, abandonamos a Paco Ayala en la soledad de su tienda y caminamos en busca del último reducto murciano del rock clásico.

Florencio Cervantes fundador de

Un par de calles más abajo se encuentra "Discos Tráfico", que, pese a estar igual de vacía se nota más viva. Su propietario, Florencio Cervantes es un hombre ya mayor, pero al igual que los viejos rockeros, aún conserva la esencia. Fundó el negocio hace ya casi 30 años, allá en los noventa, por darle salida a su pasión por la música. Y el negocio fué bien, hasta que de la misma forma comenzaron los problemas. “La industria apostó por el CD, y este dejó de tener sentido con la llegada del MP3” recuerda Cervantes. “Hace siete u ocho años que cerraron el resto de tiendas, en aquella época todo el mundo sabía ya cómo bajarse un disco. Nosotros sobrevivimos porque hacíamos más cosas aparte de la venta de los discos; íbamos a vender a conciertos, sacabamos viajes y cosas así… Cuando empezó esto de la crisis tuvimos que abrir más el abanico, traer ropa y complementos… Fué una etapa difícil.” Igual que en Discos Comix, la mayor parte de la gente que compra un vinilo, lo hace por coleccionismo. Aún así, Cervantes no pierde el entusiasmo: “Los representantes me decían que a los que aguantasemos no nos echarían ni a cañonazos, así que aquí seguiremos ,mucho tiempo, aunque a veces haya que echarle imaginación.”

Hubo muchos compañeros suyos de ferias que cerraron las tiendas de discos porque no les merecían la pena, recogieron sus vinilos y se los llevaron a casa, donde siguieron vendiendo a través de internet. Al dueño de Discos Tráfico, sin embargo, nunca le gustó el tema de las redes; “Si ya me lo decía un amigo hace ya casi 30 años; “Si tu te pusieras una página web te forrarías” y yo me reía de él”, añora con cierta sorna. Pero una cosa es innegable; hoy en día la gente utiliza plataformas como “Amazon” hasta para comprar cerveza, los tiempos han cambiado y los negocios que quieren sobrevivir han de cambiar con ellos. Discos Tráfico no tuvo más remedio que empezar a vender su contenido a través de internet.

Interior de

Así que Cervantes decidió contratar a alguien más entendido que él para que le llevase la página online de la tienda. Detrás de una montaña de álbumes y con la cara iluminada por la pantalla de un ordenador se encuentra Luis, un joven que derrocha energía tocando en una banda local de punk llamada “Bushwack”, al mismo tiempo que ayuda en la tienda. Luis conoció Discos Tráfico cuando era joven. En aquellos tiempos venía aquí a comprar entradas para conciertos, chapas de grupos, CDs, camisetas… Y con el paso de los años y el contacto con la tienda ha ido madurando en él el gusto por el vinilo. Desde que entró a trabajar en Tráfico, ve el vinilo como el que va al cine a disfrutar de una cinta en su mejor calidad, y asegura con convicción: “En el vinilo se aprecian muchos matices que se escapan a otros formatos. Tienes que concentrarte para escucharlo, estar pendiente de darle la vuelta al disco; requiere más de ti”.

Esta idea es apoyada por Cervantes, quien cree firmemente que para aquellas personas a las que les gusta la música de verdad, escuchar un vinilo es casi como un ritual sagrado con el que amenizar el espíritu en los momentos de máxima introspección. Un ritual que, poco a poco y gracias a personas como estas y el empeño que le ponen está recuperando su sitio en el mundo, hasta el punto de que, según informa la plataforma “BuzzAngle-Music”, en 2017 las ventas de vinilos se incrementaron un 20,1% en todo el mundo.

Y tú, ¿cómo disfrutas de la cultura? Contesta nuestro cuestionario sobre el uso de plataformas de streaming de vídeo y sonido haciendo click aquí.

Vinilos: un réquiem prematuro