En las primeras elecciones de la democracia el perfil de los candidatos era de hombre blanco que rondara los 40 años de edad (salvo por Manuel Fraga y Santiago Carrillo). El papel de la mujer en la política hoy en día es bastante bajo, pero en esta época era directamente inexistente. El número de mujeres que ocupaba escaño en estas elecciones era de 18 de los 350 escaños del parlamento. Por suerte este aspecto ha ido evolucionando favorablemente (ver gráfico) hasta llegar a la actualidad en el que somos el quinto país del mundo con mayor presencia de mujeres en su parlamento y el actual gobierno en funciones tiene a un 64’7% de mujeres en su equipo ministerial.
Ya hemos visto que las mujeres han conseguido gran representación en el parlamento ocupando escaños como diputadas, pero ¿Qué hay del papel de la candidatura? En este sentido no ha habido evolución; en los 40 años de democracia no hemos tenido ninguna candidata a presidir el gobierno; y lo peor de todo es que el perfil de los candidatos ha seguido siendo el mismo: varón blanco de alrededor de 40 años (salvo por contadas excepciones que tampoco han alejado demasiado de este perfil).
Si que hemos tenido la oportunidad de tener una candidata cuando Susana Díaz se presentó a secretaria general del PSOE, pero acabó perdiendo frente a Pedro Sánchez. Lo mismo ocurrió con Soraya Sáenz de Santamaría Y Pablo Casado.
Actualmente se está a la espera de saber quien liderará Ciudadanos tras la dimisión de Albert Rivera; se baraja la posibilidad de que su sustituta sea Inés Arrimadas, lo que supondría que tendríamos por primera vez a una mujer como candidata a presidenta de España.