Bartomeu llegó a la presidencia del Barça en 2015 tras ganar las elecciones el 18 de julio y después de haber estado la temporada 2014-2015 como presidente en funciones.
Ha vivido desde 2003 ligado al club, comenzó siendo directivo para el presidente Joan Laporta. En 2010 alcanzó la vicepresidencia bajo el mando de Sandro Rosell, puesto que ocupó hasta 2014, cuando debido al cese por imputación de delitos fiscales del presidente tuvo que ocupar el puesto como cargo en funciones.
Durante su mandato como presidente consiguió: 3 títulos de Liga, 4 títulos de Copa del Rey, 2 títulos de Supercopa de España, 1 Champions League, 1 Mundialito de Clubes y 1 Supercopa de Europa.
Pero su presidencia estuvo marcada por las distintas controversias que protagonizó, especialmente las relacionadas con los delitos fiscales de Rosell. Bartomeu negoció con la fiscalía la exoneración de culpas sobre Rosell y sobre él mismo, declarando culpable al F.C. Barcelona y haciendo que el club pagase una multa de 5,5 millones de euros. El pacto se llevó a cabo gracias a la aprobación de la junta directiva, pues no se sometió a la asamblea de compromisarios.
El emblema culé
Por su parte, Lionel Andrés Messi Cuccitini, es el capitán del equipo culé desde que, en 2018, Andrés Iniesta abandonase el club. Messi se ha formado en La Masía, es un jugador criado en la cantera del Barça y es considerado el mejor jugador de todos los tiempos. Con seis balones de oro en su vitrina particular, “La pulga” ha regalado muchas noches de gloria al barcelonismo desde que debutó con el primer equipo en 2004. Se ha ganado el respeto y la notoriedad a base de goles y jugadas que han maravillado al mundo entero. Messi es el buque insignia del Barça, y desde que porta el brazalete de capitán muchas de las decisiones del club pasan por él. Es el auténtico líder del vestuario y la plantilla cierra filas con él.
Es por ello que Messi siempre ha dado la cara por sus compañeros, llegando incluso a enfrentarse a la directiva por algunas declaraciones que han hecho.
A pesar de que Bartomeu siempre ha tratado de contentar al argentino, sus posiciones quedaron en las antípodas tras el fracaso de Champions de la temporada 2019-2020. Después de perder por 2-8 frente al Bayern de Múnich, Messi estuvo a punto de marcharse del club. Hizo pública su primera decisión a través de un comunicado, algo que dejó mucho que desear y puso en evidencia la mala situación institucional del F.C. Barcelona.
Finalmente, los jugadores y el nuevo entrenador consiguieron convencer a Leo para que se quedase. Pero el astro argentino marcó distancias con la directiva del club, no ofreció ninguna muestra de reconciliación.
Este hecho, sin duda, ha sido el seísmo más fuerte que se ha notado en Can Barça y provocó una nueva víctima la pasada semana. Josep Maria Bartomeu dimitió como presidente del club.
El terremoto en Can Barça ha causado grandes daños en la estructura del club, es posible que la mejor opción para restaurar el plano institucional y deportivo sea la demolición y reconstrucción. Unas nuevas elecciones a la presidencia se ven en el horizonte, Ronald Koeman, actual entrenador del Barça, espera que le dejen seguir trabajando, todo por volver a ver a un Barça grande, todo por volver a ver MÉS QUE UN CLUB.
