El problema se encuentra en nosotros y, por lo tanto, solamente nosotros podemos solucionarlos. Siempre y cuando estemos dispuestos a ello. Estas son algunas alternativas para dejar el teléfono móvil:
- ¿Por qué tienes la necesidad de utilizar el teléfono móvil?
Busca aquello por lo que genera en ti esa necesidad de comprobar continuamente las notificaciones. Debes identificar si utilizas el teléfono por aburrimiento, por tristeza, por estar siempre conectado, por estar informado, por socializar, etc. Una vez te des cuenta, podrás empezar a trabajar en ello.
- Dedica tu tiempo en cosas que te hagan feliz.
Algunas personas asocian el teléfono móvil con la felicidad, se sienten mejor cuando lo hacen. En lugar de buscar el bienestar en un dispositivo electrónico, se puede invertir el tiempo en otro tipo de actividades, deporte, arte, apúntate a algún curso o a algún taller.
- Mantente ocupado y con la mente despejada.
Organizate una rutina llena de actividades para mantenerte ocupado y, así, tener el menor tiempo posible para utilizar el móvil. Proponte metas, centrate en tu trabajo, en tus estudios, en tus aficiones, aprende cosas nuevas. Se constructivo y productivo.
- Haz vida social sin utilizar el móvil.
En la mayoría de los casos, la dependencia a los teléfonos móviles se debe a la necesidad de estar cerca de las personas que más queremos aún sin estar sin ellas. Una buena alternativa es quedar, hacer planes con amigos y/o familia para, así, no tener que hablar con ellos a través de Internet. Tener conversaciones en directo puede sustituir acciones como enviar mensajes o publicar fotos en redes sociales.
- Cambia tus hábitos.
Piensa en la forma en la que utilizas tu teléfono e intenta cambiarlo. Si lo haces para jugar a videojuegos o navegar por Internet, sustituyelo por juegos de mesa con amigos, senderismo o leer un libro o una revista.
