miércoles. 24.04.2024

El término vegano surge por primera vez en 1944 como reflejo, según su creador Donald Watson, del principio y final del vegetarianismo. En una reunión con su mujer y varios compañeros que seguían dietas vegetarianas estrictas llegaron a la conclusión de la necesidad de establecer una palabra específica, que les definiera de los ovolactovegetarianos.

Donald Watson

En noviembre de 1944 se publica el primer número de “The Vegan News” y Donald Watson y Elsie Shrigley establecen junto a sus compañeros The Vegan Society, con apenas unas docenas de miembros entre sus filas. El veganismo se convierte entonces en un movimiento ético, político y social por los derechos de los animales que rechaza la explotación de éstos, en cualquiera de sus formas, por parte de los humanos.
A lo largo de los años la definición de veganismo ha sufrido ligeras modificaciones. La Asociación Vegana Española (https://www.asociacionvegana.es/) lo describe como “un estilo de vida centrado en la exclusión razonable, en la medida en que sea posible y practicable, de toda forma de explotación y crueldad hacia la utilización de los animales como alimento, ropa u otros usos; y por extensión, promueve el desarrollo y uso de alternativas de procedencia no animal para el beneficio de los humanos, el resto de animales sintientes y el medioambiente. En términos alimenticios, se refiere a la práctica de excluir todo producto de origen animal, incluyendo carne, pescado, lácteos, miel u otros derivados”.

Hoy en día, el veganismo se entiende como un principio y no como una práctica. Esta es una de las claves de este fenómeno social. La comunidad vegana desea que el veganismo sea entendido como lo que es, un movimiento político y social que se asienta en unos principios éticos que abogan por el antiespecismo, el cuidado medioambiental y, en definitiva, el respeto por la vida en todas sus formas.

El veganismo surgió para quedarse