sábado. 18.05.2024
"Junto a mi familia, el Real Murcia es lo que más echo de menos"

Jaime Fernández, entrenador SK Cêchie Smichov

Jaime Fernández Navarro, nacido en el Puerto de Mazarrón, es un entrenador murciano de fútbol que está afincado en Praga (República Checa) y es un amante incondicional del deporte rey. Por motivos laborales tuvo que marchar al país checo, donde ha encontrado el fútbol su vía de escape. Tiene amplia relación con el fútbol regional, pues su abuelo fue uno de los “creadores” del Club Deportivo Bala Azul (equipo del Puerto de Mazarrón). El Real Murcia es uno de sus amores y pasiones locas. Jaime es uno de los 2-3 entrenadores extranjeros que se encuentran en activo en el país checo, donde actualmente es el entrenador del histórico club de la capital del país, el SK Cèchie Smichov, fundado en 1908.

tY5QnnKV_400x400
Jaime Fernández, entrenador SK Cêchie Smichov

Jaime, en el Puerto de Mazarrón es un personaje bastante respetado y conocido. Como bien se conoce, el fútbol mueve masas, pasiones, lo mueve todo. En una localidad tan pequeña como lo es esta pedanía costera de Mazarrón, el C.D. Bala Azul es un emblema, no solo de aquella zona sino del fútbol en la Región, un histórico. Su abuelo fue el que lo fundó, allá por 1948 y, posteriormente, jugador. Trasladó esa pasión por el “equipo del pueblo” a toda la familia, hasta llegar a Jaime, quien actualmente cuando viene a pasar el verano a España, a visitar a la familia, aprovecha para realizar “Campus” con los más pequeños del Puerto de Mazarrón enseñándoles técnicas y tácticas en el campo de su Bala Azul, el “PlayaSol”, y así incentivar y promocionar la marca del equipo de sus orígenes.


Pregunta: Eres natural del Puerto de Mazarrón pero de tus mayores pasiones es el Real Murcia ¿Cómo se puede vivir esa pasión desde tan lejos?

Respuesta: Ahora con las redes sociales es más fácil. Me hice Twitter para seguir las informaciones del Real Murcia. Es difícil no poder ir a verlo, me hace mucha falta. Siempre digo que lo que más echo de menos es mi familia e ir al Enrique Roca. Me parte el alma ver a toda la gente que puede ir cada 2 semanas a ver al Murcia al estadio, y que no hacen más que quejarse de su equipo, del club o del entrenador. No soporto a los que no aprecian lo que tienen. El equipo puede estar mal, sí, pero ellos tienen el privilegio de poder estar ahí. Me mata poco a poco ver sufrir al Murcia y estar tan lejos, es como si enfermara alguien de mi familia y no pudiera estar.

P: Por lo visto, ¿te duele el Murcia?
R: A mí sí, y no exagero. A veces me cuesta hasta dormir cuando veo que no salimos de la dinámica negativa que lleva estos años. Cuando leo cosas que no me gustan institucional o deportivamente, o cuando leo a algunos aficionados tóxicos, me duele, ¿Cómo no me va a doler?

P: ¿Por qué marchasta a la República Checa?

R: Yo trabajaba en Murcia, en Orbegozo, y me surgió una oportunidad diferente. Ni mejor ni peor, simplemente era algo diferente, difícil, y me apeteció. En dos semanas estaba preparado para cambiar mi vida. Dejé mi trabajo, vendí mi coche, alquilé mi piso y me fuí a Praga. El primer día que llegué a mi nuevo trabajo conocí a la que hoy es mi mujer.

P: ¿Fuiste con la mente de meter la cabeza en el mundo del fútbol checo o no imaginaste entrenar a ningún equipo?

R: Me apetecía, pero no me lo propuse activamente. Un día, una compañera de trabajo me dijo que el equipo al que iba su hijo se quedó sin entrenador, y no encontraban a nadie. Eso me llegó al alma. En Chequia hay un déficit de capital humano muy grande, en todos los ámbitos, también en el fútbol. No hay entrenadores y, los que hay, no se comprometen como es debido. El compromiso debe ser lo primero, siempre. Pensé, que a mí nunca me faltó un balón al que darle una patada, ni un entrenador que me hiciera correr. A estos chicos había que echarles una mano. Pero imagínate, un grupo de niños de 10 años, hablando otro idioma, solo 2 o 3 hablaban algo de inglés, fue complicado.

P: ¿Cómo te llegó la oportunidad de entrenar al SK Cêchie Smichov?

R: Acababa de dejar de entrenar en las categorías inferiores del Sparta Praga. La verdad es que me desanimé, porque no mejoré ciertas frustraciones en un equipo tan grande como era ese. Quise tomar un tiempo y encontrar un buen proyecto desde cero. Alguien me habló del SK Cêchie Smichov, un club histórico en Praga que estaba en una difícil situación. Acababan de ascender a 7º categoría y, tras 15 partidos, llevaban sólo 6 puntos. De primeras parecía un “marrón” para un chico sin experiencia, podía ser el final de una carrera incluso antes de empezarla. Otros entrenadores amigos me dijeron “ni se te ocurra, es una locura”, pero fue mi mujer la que me convenció. Me dijo que si no era capaz de asumir retos difíciles que dejara el fútbol.

P: ¿Sueñas con ser entrenador profesional y hacerlo en España?

R: Eso sería un sueño. Ser profesional ya sería un sueño, el dónde no me preocupa tanto. Sería increíble poder entrenar así en España algún día. Yo tengo claro que volveré algún día, ojalá como entrenador profesional. Para un entrenador de fútbol, entrenar en España es lo mejor que te puede pasar en tu carrera.

 

Tras haber hablado con Jaime, y tras habernos comentado como es la vida en la República Checa, nos comentó lo mucho que queda por hacer en este país en el fútbol para llegar a parecerse al nivel de las grandes ligas europeas, todo influido por la política. Es un ambiente muy diferente al que hay en España, los jugadores de primer nivel apenas firman autógrafos o incluso no son, en muchas ocasiones, ni reconocidos por la gente, incluso jugadores que juegan competición europea en equipos checos. El fútbol tiene que competir con el verdadero deporte rey, el hockey hielo.

Pero el verdadero problema hallado es la herencia comunista que ha calado tan hondo en la sociedad checa, ya que según nos ha comentado nuestro protagonista, es uno de los factores por el que a día de hoy ni se aprecia, ni se valora ni se fomenta el esfuerzo. De hecho muchos jugadores tienen la concepción de que si no se implantan las normas que ellos quieren, ni juegan. Es complicado competir, en estas condiciones con otro deporte y, aún más, cambiar una mentalidad conformista, acomodada y de hastío. En España, por lo general, estas batallas están ganadas de antemano.

Jaime Fernández, entrenador SK Cêchie Smichov