Desde finales del siglo XX, los científicos llevan hablando sobre los efectos que tiene la contaminación en nuestro día a día y de cómo va aumentando el cambio climático en nuestro planeta. Pero solo los millennials y la generación Z son los únicos que han decidido decir basta, dejando de ser víctimas pasivas y han comenzado a manifestarse a escala mundial. Desde que Greta Thunberg con tan solo 15 años exigiera a las puertas del Riksdag al gobierno sueco que redujera las emisiones de carbono según el Acuerdo de París, inspiró a adolescentes de todo el mundo a huelgas y manifestaciones todos los viernes conocidas estas concentraciones como Fridays for Future (“Viernes por el Futuro”, en España la iniciativa está bajo el nombre de Juventud por el Clima). En diciembre de 2018, el movimiento llegó a su punto más álgido cuando más de veinte mil estudiantes de distintas partes del mundo se concentraron en más de 270 ciudades de diversos países como Alemania, Argentina, Bélgica, Brasil, Canadá, España, Estados Unidos, Italia, Japón, Reino Unido o Uruguay.
Los jóvenes se han dado cuenta de cómo afecta la generación de residuos a los ecosistemas y sobre la disminución de su propia huella de carbono, para ello cuentan con una herramienta muy poderosa: la decisión de compra. Es la primera generación que adquiere productos con responsabilidad a empresas que encajen con sus valores, siendo conscientes del consumo energético, de su alimentación con el veganismo a la vez que optan por la economía circular, la cual se basa en compartir, alquilar, arreglar y reciclar materiales y productos para crear un valor añadido extender lo máximo posible su vida útil. Una empresa que realiza este tipo de economía es Flamingo Vintage: una franquicia en la que puedes comprar ropa vintage americana de segunda mano al kilo.
Según el último informe PISA, afirma que el 83,5 % los estudiantes españoles de 15 años determinaron que para ellos es importante cuidar el planeta y los resultados de la encuesta Recycling in the Workplace: A Millennial View: nueve de cada diez jóvenes valorarían trabajar en una empresa sostenible en el futuro.
Gracias a todos estos pequeños actos, la juventud ha conseguido que todas las cuestiones sobre el medio ambiente se hayan puesto en boca de los políticos y no como una herramienta más de campaña para atraer a nuevos votantes haciendo que se planteen acciones reales. Sin embargo, todavía queda mucho que hacer, ellos están convencidos de que no hay excusas, la concienciación sobre la crisis climática depende de que cada uno aporte su granito de arena desde cualquier área para que en unas décadas no hayamos malgastado recursos, aumentado la contaminación y provocado más sequías y hambrunas que lleguen a un punto de no retorno.
¿Cómo nos afecta psicológicamente?
La solastalgia o trastorno de déficit de naturaleza es el término por el que se explica el comportamiento provocado por el cambio climático y el distanciamiento que está teniendo el hombre con la naturaleza. Los síntomas generales de esta enfermedad se relacionan con:
- Ansiedad
- Estrés
- Fatiga emocional
- Problemas de insomnio
También se ha relacionado con las siguientes patologías:
- Obesidad
- Enfermedades respiratorias
- Trastorno por déficit de atención
- Hipovitaminosis D
