Pedro Ortolano Muñoz comenzó su aventura en el ámbito del deporte para discapacitados gracias a unas prácticas en la asociación CEOM.
A los dos años, recibe la llamada de la Fundación “Rafa Puede” entidad con vínculo estrecho con la Universidad de Murcia que busca el desarrollo social de los discapacitados. Comienza a dirigir dos proyectos encaminados a este objetivo como son “PIAR” y “Eqquipo”.
"Cuando te sumerges en el mundo de la discapacidad, uno se da cuenta de que cada día es una lucha constante porque encontramos muchas barreras". Afirma Pedro, que actualmente se desconoce realmente lo que es una discapacidad, es como si no importara.
A lo largo del camino, fundaciones como esta y sus responsables encuentran muchas barreras, demasiadas tal vez.
A la hora de entrenar y planificar, Pedro asegura que es bastante complejo ya que, cada día la situación y el estado de cada persona es diferente. "Ha habido tardes que hemos tenido que parar los entrenamientos porque había ruido en el ambiente y bastantes chicos se ponían muy nerviosos y se alteraban".
Uno de los principales problemas que existe actualmente viene dado por la escasa formación que se imparte a técnicos y profesores, señala Pedro.
A través de sus proyectos, Pedro Ortolano lleva a cabo una labor encomiable dirigida al deporte en general y al baloncesto en particular y no duda en señalar que, "es desde los Ayuntamientos y los Gobiernos Regional y Central por donde tienen que llegar mejores infraestructuras, más herramientas, mejor formación y mayor concienciación sobre este asunto". "La sociedad se desvanece por momentos y es en parte por no prestar la suficiente atención a situaciones como las de unas personas discapacitadas que necesitan de un deporte, en este caso el baloncesto, para poder afrontar con más garantías su difícil día a día".
