lunes. 29.04.2024
La acción de "Derriben el apartheid, no las viviendas palestinas" en la Plaza de la Merced, en Murcia
La acción de "Derriben el apartheid, no las viviendas palestinas" en la Plaza de la Merced, en Murcia

“Convenceréis y también venceréis”, “Libertad a Palestina, tranquilidad para el alma” o “Existir es resistir” esos son algunos de los mensajes que han escrito los murcianos que han firmado la petición de “Derriben el apartheid, no las viviendas palestinas” de Amnistía Internacional. Esta organización, sin intereses políticos y sin subvenciones, lleva luchando por los derechos humanos desde 1967. Su eslogan ya lo dice bien claro: “Somos personas que trabajamos para personas”. Así lo siente Resu García, delegada de Amnistía Internacional en Murcia, que defiende a viva voz que “no hay derecho a que por tus ideas y, simplemente, por abogar por la libertad seas encarcelado.” Pero esa es solo una de las razones para formar parte del activismo social.

Activistas de Amnistía Internacional en Murcia
Activistas de Amnistía Internacional en Murcia


La realidad es que Amnistía Internacional, actualmente, lucha no solo por liberar a la población palestina de la opresión y la discriminación del gobierno de Israel. También defiende el derecho a la reunión y la manifestación proponiendo una reforma de la Ley Mordaza, defiende a las mujeres en Irán y Afganistán o se centra en objetivos más concretos, como dar visibilidad a la lucha y defensa del soterramiento en el caso de Murcia.

Quizás vivimos desapegados de toda esta problemática y no nos damos cuenta de que todavía hay que seguir luchando por derechos tan básicos como el de la igualdad de género, la vivienda, la justicia climática o el respaldo a las personas refugiadas.

Desde Murcia, los voluntarios y voluntarias de esta asociación se reúnen todos los martes para ayudar sin pedir nada a cambio. Están presentes en festivales, se trasladan a las calles a pedir firmas, escriben cartas de ánimo para las personas injustamente encarceladas y proyectan películas de activismo social en la Filmoteca Regional.

 

García lleva más de 20 años colaborando con la organización, pero fue en 2015 cuando decidió ser delegada y activista en Murcia. “Soy una mujer que vivió su infancia y su adolescencia en el franquismo. Además de la herencia de la Guerra Civil. El silencio era el sustrato en el que vivíamos todos.” Esa fue una de las razones que la incentivo a luchar y defender causas sociales tan importantes. Argumenta que toda ayuda marca la diferencia, desde hacerse socios, participar en acciones y campañas concretas para dar visibilidad a cierta problemática o recoger firmas. "Con las firmas hemos conseguido dirigirnos a países, a estados e incluso liberar a gente que ha estado encarcelada”. Por ello pide más implicación por parte de la ciudadanía y, sobre todo de los jóvenes porque "no se lleva ser solidario”.


“La sociedad la hacemos entre todos, si no colaboramos con los más desfavorecidos, cuando nos pase algo a nosotros no vamos a recibir ayuda”, argumenta Resu.