Tras las elecciones europeas celebradas en mayo del pasado año 2014, el en aquel entonces joven partido político Podemos, llegó de manera abrupta al panorama político español para cambiar el rumbo marcado hasta ahora por los dos únicos partidos que se habían disputado la representación de los españoles -a distintos niveles- a lo largo de la democracia española. Y es que, hasta ese momento los ciudadanos españoles no tenían más que dos opciones polarizadas y claramente diferenciadas: el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista (PSOE).
Con este escenario político, Ciudadanos se lanzó también a la piscina y pasó de ser un partido autonómico catalán a convertirse en candidato para las elecciones generales del año 2015. Dichas elecciones confirmaron lo que ya se venía percibiendo desde hacía un tiempo y que nació tras conocer los resultados obtenidos de Podemos en las elecciones europeas: España dijo no al bipartidismo, dejando paso a dos nuevas fuerzas políticas que ocuparon la tercera (Podemos) y la cuarta posición (Ciudadanos).
