viernes. 26.04.2024

¿Cómo era realmente Barbanegra?

Historiadores que han tratado la figura de Barbanegra como Silvia Miguens en su obra “Breve historia de los piratas”plasman a Edward Teach como un hombre corpulento, lo que supone que podía medir más de un metro noventa, un hombre curtido por las batallas en las que se había enfrentado, tenía una larga y trenzada barba negra como el carbón que le llegaba hasta el pecho.

Es por estas razones, por las que la reconocida historiadora, señala en su libro que: “Barbanegra era repulsivo y que apestaba a sudor, ron y pólvora”.

También el historiador Francisco Fernández en su obra “Historias malditas y ocultas de la Historia” puntualiza en su libro que: el pirata no portaba piezas de gran valor, su barba estaba decorada con elementos que había obtenido tras victorias de ataques a navíos, también Edward Teach tenía su lado oscuro, ya que su piel estaba en su mayoría llena de costras y manchas visibles superficiales, debido a su fuerte adicción a la bebida y su vida en alta mar.

Los cronistas de la época señalaban que Barbanegra se presentaba en batalla echando humo literalmente, pues éste prendía trenzando su barba mechas de cañón de combustión lenta, con tal de mostrar una apariencia más aterradora, para impresionar a sus enemigos y reducir su moral.

La personalidad de Teach era áspera y ruda, uno de los pasajes testimoniales que afirman adjetivos como los descritos anteriormente se reflejan en la obra del autor de su misma época, Charles Johnson que en su obra “Historia general de los robos y asesinatos de los más famosos piratas” afirmaba:” Barbanegra, sin mediar provocación, sacó un par de pistolas pequeñas y las amartilló bajo la mesa. Apagó de un soplo la vela y las descargó sobre su compañía. Israel Hands, el capitán, recibió un disparo en la rodilla y quedó cojo de por vida.”


Los blancos y negros que rodean su persona (su verdadera identidad)

Los verdaderos puntos negros que engloban a la figura de Barbanegra, se centran sobre todo en su infancia, ya que el investigador británico Colin Woodar en su libro “La república de los piratas” afirmaba que el conocido pirata probablemente nació en torno a 1680 en la ciudad de Bristol, el segundo puerto por aquel entonces más importante de Inglaterra y un fuerte punto comercial de materias primas, pero según las investigaciones que el autor realizó sobre los libros tributarios del siglo XVII, no figuraba en ninguno de estos ningún nombre asociado a como se conoce a día de hoy a  Barbanegra, ni siquiera figuraba ningún apellido similar a Tacht, Thach o Thacht. Lo que supone que Teach se inventara un nuevo nombre y apellido, creando así una nueva identidad para evitar que su familia sufriera cualquier tipo de deshonra por los actos que cometió.

Otra interesante teoría que se contempla a día de hoy promovida por el escritor Ernesto Frers en su obra “Piratas y Templarios” recoge que Barbanegra tenía por apellido Drummond. Esta teoría es apoyada por Silvia Miguens en su libro “Breve historia de los piratas”, en su obra la autora se refiere constantemente al pirata como Edward Drummond, ya que hay indicios según las crónicas de la época, que Teach se cambió el nombre nada más cursar como corsario y que éste antes se apellidaba Drummond según las fichas extraídas de patentes de corso británicas, aunque la fiabilidad no es alta y por tanto son suposiciones.


Una muerte cargada de leyendas

Combate entre «Barbanegra» y Robert Maynard, enviado para matarle

Combate entre Barbanegra y Robert Maynard en la Venganza de la Reina Ana // Foto: Google

La leyenda de Barbanegra estaba en su máximo apogeo cuando el navío de Maynard atacó al buque de Teach por el costado disparando sin cesar hasta que la tripulación pirata finalmente se rindió, menos su capitán que luchó hasta el fin de sus días.

Este texto refleja lo que pudo pasar aparentemente:

“Tras caer en una emboscada, Barbanegra entabló un duelo a muerte con Maynard, que acabo con el cuerpo del pirata decapitado después de recibir veinticinco heridas”

Tras la derrota de Edward Teach, su persecutor Robert Maynard, no tuvo ningún tipo de piedad con el cadáver del pirata, le cortaron la cabeza y esta parte de su cuerpo fue exhibida en el mástil del navío de Maynard.

Lo que si se sabe a ciencia cierta es que Maynard acabó con la vida de Barbanegra, detalles como los del texto anterior no se pueden demostrar con pruebas, son solo mitos que engloban a un pirata, que marcó una generación y que con su muerte, influenció que una época que pasó a denominarse como la Edad de la Oro de la piratería, años más tarde desapareciera como el temido capitán, debido principalmente a la caza de las distintas naciones contra los piratas.